domingo, 29 de julio de 2007

Cono Malo


Algunos ya conoceréis la triste historia de este pobre cono.

Un día paseando con mi coche vi un grupo de conos vigilando una obra. Me paré a conversar con ellos, ya que estos seres suelen ser muy buenos conversadores, y me hablaron de su trabajo que consistía en controlar los materiales de la obra e impedir que los ritxards se apoderasen de estos.

Uno de estos conos no hablaba ni participaba en la conversación, lo cual me pareció extraño por no ser algo común. Sus compañeros me contaron que se llamaba Jar y que no se sentía nada feliz y que llevaba tiempo pensando lanzarse a la carretera al paso de un coche.

Esto me entristeció y me llevó a ofrecerle mi ayuda.

-No podrás ayudarme, pues lo que me haría feliz es ser un cono malo.- dijo Jar entre lágrimas.
-Y ¿por qué no puedes serlo?
-Para empezar no tengo ojos, nariz, ni boca y así es imposible.
-Alguna forma debe de haber... ¿quieres venir conmigo?.- ofrecí con intención de animarlo.
-Sí, claro que sí. Quiero conocer otros lugares.- Aceptó con una gran sonrisa.

Así que montamos en el coche y así empezó todo.

Tras muchas operaciones estéticas Jar pasó a ser Cono Malo y ahora dedica su vida a acojonar a todos los niños que se cruzan en su camino y a examinar a todo aquel que tiene el valor de dejarle subir a su coche... Yo suspendí.

Un cono libre... un cono feliz.

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